domingo, 14 de abril de 2019

Valor educativo del cuento

El cuento es un instrumento educativo muy útil: para los niños “todo” puede ser enseñado con un cuento, pero esto parte de la creatividad y capacidad de los padres y educadores. Los cuentos no necesariamente deben estar en los libros, pueden ser improvisados, y contados de manera oral y espontánea ya sea para dar respuesta a una duda, enseñar algo nuevo, o educar conductas.

Contar un cuento.
Escuchar un cuento será siempre valorado por los niños en especial a los más pequeños. La acción de contar un cuento a un bebé, por ejemplo, puede que él aún no tenga la capacidad de comprender y seguir la historia, sin embargo, sí siente  y entiende que su familia o maestra le está dedicando ese tiempo y esa atención con cariño, lo que resulta en un mensaje de aceptación y aprecio para con el bebé.
Ya en niños más grandes la acción de contar un cuento crea y afirma lazos fraternos entre locutor y receptor. El niño se siente contento por la distracción y enseñanza que recibe de parte del narrador y más aún si la historia lo divierte. A su vez quien cuenta el cuento debe estar atento a las reacciones, dudas, intervenciones, y lenguaje corporal de los niños para saber si el cuento despierta su interés o lo aburre.
La hora del cuento debe ser un momento ameno, relajante y divertido, no sirve de nada si resulta en algo cansador y tedioso para los niños, la duración de los cuentos va en función a la edad del grupo oyente, a menor edad menor duración, y por el contrario a niños más grandes las historias pueden durar hasta 30 minutos no más.

Un cuento sirve para desarrollar:
En el Lenguaje
·      Expresión oral.- incrementa el vocabulario, enseña frases y expresiones del leguaje oral.

·      Aproximación al lenguaje escrito.- los niños ven que los adultos leer y despierta en ellos el interés por aprender a leer o leer por ellos mismos, en algunos casos los niños pueden aprender a leer de tanto repetir un mismo cuento fijándose en las letras.

·      Lleva a la reflexión y análisis de las historias: planteamiento, nudo y desenlace.
En lo Socioafectivo
·      Trabaja la empatía y ayuda a comprender sentimientos de otros, los niños se identifican con los personajes de las historias que viven y contextualizan sentimientos.

·      Enseña valores.- son conceptos abstractos la mejor manera de explicar lo que son es mediante una historia que grafique un valor: por ejemplo Juanito y el lobo.

·      Favorece el desarrollo social.- aprende sobre los roles de cada sujeto en la sociedad, prevenir situaciones de riesgo y en algunos casos solucionar problemas por ellos mismos.

·      También pueden educar conductas, por ejemplo “no decir mentiras por que te crece la nariz como a pinocho” “cuida las hojas de papel cada una es la parte de un arbolito y si desperdicias hojas se pierden más arbolitos”

·      Enseñan elementos de la cultura y el contexto, las leyendas, los mitos y creencias de cada región. Los cuentos clásicos que fueron contados de generación en generación y ahora son parte de nuestra cultura.

En lo cognitivo
·      La creatividad e imaginación.- el niño escucha o lee el cuento y lo imagina y recrea los hechos, esto estimula su capacidad creativa.

·      Motiva determinados aprendizajes se pueden usar para explicar contenidos de aula, por ejemplo enseñar los número o las vocales mediante cuentos.

·      Desarrolla la atención, memoria auditiva y expresividad.
Mensaje del cuento

No es obligatorio que todos los cuentos tengan una moraleja o enseñanza, en literatura infantil las fábulas son el único género que tienen la moraleja final como parte de su estructura. El mensaje de un cuento estará siempre abierto a diferentes interpretaciones, una misma historia puede ser entendida e interpretada de diferentes maneras según la vivencia del lector u oyente.
Por otro lado un cuento puede servir simplemente para distraer o amenizar un momento, sin necesidad de ser educativo, debemos desligar la literatura infantil de la escuela y llevarla todo contexto, estimular la lectura por placer no siempre sujeta a lo educativo.
La parte más educativa del cuento se produce después de contarlo, el narrador puede realizar preguntas de reflexión y análisis de la historia, preguntar detalles como el nombre de los personajes, pedir un resumen oral, detectar cuáles fueron las acciones y cuáles las consecuencias dentro de la historia, entre muchas actividades. Que sirvan para aprovechar al máximo la hora del cuento que no concluye al terminar de leer la historia.

Cuentos interactivos 
Otra utilidad para los cuentos es el incluir en la narración elementos dinámicos y de participación por parte de los oyentes, por ejemplo: “cada vez que diga conejin, todos saltamos” ¿cómo ladran los perritos? levanten la mano los que alguna vez fueron a un parque, etc.
Cometer errores en la narración apropósito y dar lugar a que los niños que están atentos nos corrijan.   
Una canción que narre una historia corta con movimiento o mímicas, toda la historia puede ser en sí un ejercicio de motricidad.  Los niños de ninguna manera serán oyentes pasivos, un buen narrador de cuentos interactúa con ellos  despertando su interés y atención.

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